Sazan Bajez-Abdullah
Nacido: 1982
Murió apuñalado y quemado: 25 de octubre de 2006
Residencia: Múnich
Origen: norte de Irak / kurdos
Hijos: un hijo, nacido en 2001, de 5 años en el momento del crimen, ahora vive con una familia de acogida
Perpetrador: Kazim Mahmud Raschid, su ex marido, kurdo iraquí, de 36 años en el momento del crimen y ya en Alemania desde hace diez años
La mayoría de los asesinos de honor no tienen sentido de la culpa. Para ellos, las leyes del clan están por encima de las leyes del Estado. El asesino de Sazan, una mujer kurda de 24 años, llegó a subrayar ante el tribunal que estaba orgulloso de su acto. Pocas horas después del divorcio, apuñaló a su ex mujer doce veces en Múnich en octubre de 2006, luego la roció con gasolina y le prendió fuego delante del hijo de ambos, de cinco años. En el juicio, dijo: "Estoy muy contento de haber cometido el crimen. Para mí era lo correcto. Si la gente me vuelve a preguntar por ello dentro de veinte años, diré lo mismo". Kazim Mahmud Raschid desprecia abiertamente el sistema jurídico alemán. Para él, es un error que las mujeres tengan algún derecho y que el poder judicial y las autoridades los protejan.
La historia de fondo es fácil de adivinar: la mujer kurda fue casada a la fuerza por su padre en el norte kurdo de Irak en el año 2000 (un familiar dice en el juicio: fue vendida). Llega a Alemania y es maltratada por su marido durante años. Al final consigue una orden de alejamiento. Pero él no la cumple y sigue acosándola y revisando su correo. En el juicio, él se jacta de haberla llamado a veces hasta trescientas veces al día. Sin embargo, él mismo se lleva a una amante vietnamita, algo que también admite en el juicio.
Kazim también dice que su suegro le ordenó cometer el asesinato. Esto significaría que un padre mandó matar a su propia hija porque estaba huyendo de los abusos de su marido. No está claro si esto es cierto.
Kazim recibe una sentencia de cadena perpetua por este hecho en octubre de 2007, con una declaración especial de culpabilidad, por lo que no puede ser liberado después de 15 años. Acepta el veredicto con una sonrisa.
